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Lugares que disfrutar en Tokyo (texto y fotos) by Janice Ramírez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Unported License.

Comfort Food


Ayer fui a Mikasa a conseguir algunos ingredientes... la mostaza del katsudon ya no sirve :'( nos acabamos los mochis y quisiera saber si hay pasta de anko...
Total que terminé comprando panko, mochis y ... una gelatina de té verde (macha), me recomendaron ir al Mercado de San Juan a comprar lo que me hizo falta.

Estaba yo cansada y asoleada... y comencé a comerme mi gelatina en el metrobus, parada, junto a la ventana, con el aire ( y el smog) soplando en mi cara... MACHAAAAaaaaaa.... ese sabor tan... tan... tan... VERDE! wow, que recuerdos de Tokyo, mis niños, mi comadre, el guía...todo.

La verdad es que esta pequeña gelatina me ha hecho sentir muy bien. Comencé a pensar en esta frase de "comfort food" comida que conforta.
Yo creía que este alimento era seguramente algo calientito, alguna receta antigua de la abuela, o alguno de esos sabrosos platillos que nos hacía Mamá en la infancia. Pero no, ahora a mis casi 31, comiendo esta gelatina verde-crema, reflexiono que es ese alimento que nos lleva a un lugar feliz en el alma (además deun lugar feliz del estómago).
En mi caso, hay mucho alimentos que hacen esto (tragona!!) Nada como el arroz blanco con ajonjolí negro y sal con un poco de salmón, pues NADIE me ha preparado un obento (lunch) con tanto cariño, amor y dedicación que mi ahijado, aquella mañana que me alistaba para el aereopuerto de regreso a México. Igual me siento apapachada con oníguiris con yukari, pues recuerdo a mi ahijada comiéndolos con singular alegría.

No estoy menospreciando a mi madre, a mis tías o a mi abuela, para nada, tembién hay grandes recuerdos en el brócoli (que si no fuera por la Tía Lupita no comería) , el zapote con naranja (que nada más probé porque quiero mucho a la Tía Olga), los polvorones blancos de Tia Rosa, que ya ni existen (pues la Abuela Aurora los comía cuando preparábamos bisteces holandeses... (--un elefantito, un elefantote-- cantábamos al darle forma a la carne molida en el banquito de la cocina). Será que la ternura de los niños gana en este aspecto.

Y creo que ahora estoy viendo tantas cosas en la comida por andar disfrutando de Chefs de la TV, soy fan de el Chef Ohno que hace cosas riquísimas mientras y nos comparte de su vida, y también disfruté mucho de la primera temporada de Top Chef Masters donde me hice fan del Chef Rick Bayless (que también tiene su programa: México, Puro Sabor) y del Chef Hubert Keller. (merecen mucho más que una simple mención, pero eso lo hago después)

Es importante para el alma darnos ratos de reflexión, y creo que es saludable ver más allá de la comida y crecer como seres humanos al disfrutar de los ingredientes, de la preparación y los recuerdos, compartir con la familia y crear nuevos momentos :D así no sólo comemos, alimentamos el alma.

MochiChan

PD: estoy leyendo Eat, Pray Love novela de Elizabeth Gilbert, riendo con esta mujer de treinta y tantos y esperando a que se estrene la película con Julia Roberts.